Primero nos hablaron de los robots. Hay muchos tipos y cada uno cumple unas órdenes específicas. Uno de esos tipos son los robots humanizados, unos robots que su objetivo es parecerse a los humanos, aunque ahora no se sabe para qué utilizarlos. Con estos robots se produjo un buen debate en clase incluyendo a un compañero de clase que tenía miedo a que estos robots nos conquistaran ya que ha visto muchas películas con este argumento.
Después nos explicaron qué era el Escornabot, otro robot construido para tener una altrnativa barata al Beebot, otro robot más (¿cuántas veces he dicho robot?) creado para los niños, que era más barato que este último.
Las funciones de estos dos eran memorizar direcciones que les dábamos con los botones de izquierda, derecha, adelante y atrás; y hacía todas esas órdenes dándole al botón de aceptar.
Por último, nos pusimos a poner cables por aquí, leds por allá y resistencias por otros lados para conectar un Protoboard y un Arduino, diseñadas para poner cables y cosas a mansalva (el Arduino también había que programarlo) para, en este caso, encender un led, hacerla parpadear y controlar su luminosidad.