La jornada empezó con los empleados del campus dividiendo a los niños en función del grupo en el que te hayan asignado. A mí me explicaron que «x» no podía venir y que vaya con «y». Hasta ahí todo normal. Encontré a «y» y fui a su clase; pero resultaba que había otra que se llamaba «y» y me asenté en la clase que no me correspondía.
Al irme a mi clase indicada, me morí de vergüenza y después me instalé al fondo de la clase, que, casualmente, había un ordenador que tenía un problemilla y tuve que esperar lo más grande para que se encendiera el ordenador.
Después de concluir que tengo más mala suerte que todo, empezamos dividiendo el contenido de los que vamos a hacer en los días futuros en una carpeta específica para cada día. Al acabar esto, nos dieron una miniclase de los distintos tipos de derechos de imágenes e hicimos un kahoot sobre ello.
Luego, nos enseñaron un programa de animación en la que estaba súper perdido al principio, pero gracias a las monitoras le pude pillar el tranquillo y hacer cosas que son un churro literalmente. Pero como dice mi monitora: es MI CHURRO.