El séptimo día fuimos a la clase subiendo las mil millones de escaleras hasta llegar a la clase donde hicimos el blog de el día seis y jugamos al minetest mientras los otros hacían el proyecto tardamos dos mil años en unirnos en un server para jugar juntos, pero goodboy lo estropeaba todo. Luego, fuimos al recreo bajando y subiendo las mil millones de escaleras (al menos hacíamos deporte) y programamos el robot ardunino que era disléxico. Al final en el tiempo libre jugamos al minetest, un minecraft del temu. Fue un día muy chulo.